Niños especiales padecen exclusión

Burlas de compañeros, intolerancia por parte de maestros, falta de edificios apropiados y carencia de programas específicos son algunos de los obstáculos que enfrentan los niños con capacidades especiales en escuelas de Quetzaltenango.

Juan Francisco Sacalxot Choz —en silla de ruedas— cursa el quinto año de primaria. (Foto Prensa Libre: Alejandra Martínez)
Juan Francisco Sacalxot Choz —en silla de ruedas— cursa el quinto año de primaria. (Foto Prensa Libre: Alejandra Martínez)

QUETZALTENANGO.- Hay establecimientos que, pese a su precariedad, el personal y estudiantes,  se proyectan hacia la inclusión.

Uno de tantos casos sucede con Juan Francisco Sacalxot Choz, Juanito para sus compañeros, quien sufre  osteogénesis imperfecta,  conocida como huesos de cristal,  lo que lo obliga a utilizar una silla de ruedas o un andador para movilizarse.

Sus compañeros y su hermano menor, Cristian, lo acompañan para ir y regresar de la escuela, donde  sus profesores lo apoyan. El menor, de 11 años y quien cursa el quinto grado de primaria, ya definió qué será cuando crezca: “Quiero ser inventor”, indicó.

Hay subregistro

Juana González, asesora  de la Dirección General de Educación Especial de Quetzaltenango,  informó que  hay uno    mil 300 niños con capacidades especiales en establecimientos  públicos y privados en ese departamento, aunque dijo que el número puede ser mayor, pues el registro lo hacen de acuerdo con lo que reportan los directores de los establecimientos, y hay estudiantes que todavía no saben que  tienen algún compañero que necesita atención especial.

Corina de León, de la Asociación de Mujeres Discapacitadas de Quetzaltenango (Amudiq), comentó que los registros no toman en cuenta a  niños que no van a la escuela o desertan de esta para evitar  burlas, maltratos o porque se les dificulta movilizarse. “En el área rural esto es más frecuente, y los niños son utilizados para mendigar”, señaló.  

De León  agregó que ya existe una ley que dictamina que menores con capacidades especiales sean admitidos en escuelas normales, pero los maestros no están capacitados para atenderlos. “Ellos no tienen la culpa, y algunos piden que se les instruya”, resaltó.

Rolando Flores,  de la Asociación de Capacitación y Asistencia Técnica en Educación y Discapacidad, expresó que la infraestructura no es la adecuada. Se edifican inmuebles con muchas obstáculos para  personas con capacidades distintas, pero esto no afecta tanto como las barreras de actitud contra estas personas. 

Sebastián Toledo, director del Consejo Nacional para la Atención de las Personas con Discapacidad, manifestó que velan para que la niñez sea incluida dentro de programas sociales y educativos, y que también dan a conocer esta política  en entidades del Estado; sin embargo, lamentó que haya pocos avances.