Quetzaltecos reciben con alegría designación de capellán del Papa

Cientos de vecinos de la Esperanza, Quetzaltenango, recibieron este martes con algarabía y agradecimiento el nombramiento del sacerdote Carlos Enrique Yarzebski Guerra, de 67 años, como capellán del papa Francisco, un título honorífico que distingue el carisma, la generosidad, la tolerancia y la entrega hacia la Iglesia Católica.

Feligreses de la parroquia de La Esperanza, Quetzaltenango, reciben con algarabía a Monseñor Carlos Yarsebski. (Foto Prensa Libre: Carlos Ventura).
Feligreses de la parroquia de La Esperanza, Quetzaltenango, reciben con algarabía a Monseñor Carlos Yarsebski. (Foto Prensa Libre: Carlos Ventura).

QUETZALTENANGO.- El padre Quique, como lo llaman los fieles de La Esperanza, Quetzaltenango, en donde se desempeña como párroco de la Iglesia del Niño de la Cruz fue nombrado el 13 de octubre del 2014, pero según autoridades de la Iglesia, fue hasta ahora que el documento oficial llegó al arzobispado.

César Augusto Pinto, feligrés, dijo sentirse emocionado al saber que el nombre del municipio está en el corazón del papa Francisco.

“Es algo maravilloso y grande para nosotros los católicos, nos enorgullece y nos sentimos muy alegres porque la orden viene del Papa” dijo.

“Él ha sido un buen guía católico, su carisma y amabilidad lo caracterizan y no digamos los mensajes que siempre da en las misas”,  señaló.

La designación no alterará las funciones ministeriales de Yarzebski, por lo que continuará como párroco de La Esperanza.

De acuerdo con Mario Alberto Molina, arzobispo de la Arquidiócesis de Los Altos, ese título es otorgado a aquellos sacerdotes del clero secular que se han distinguido por su integridad en el ministerio, por su fidelidad a la Iglesia, por su dedicación al servicio de los fieles y que gozan de estima pública.


Molina añadió que la designación le permite anteponer al nombre el apelativo de monseñor.

“Su nombramiento para la arquidiócesis es un estímulo, especialmente para quienes somos sacerdotes y obispos, para seguir trabajando con dedicación, empeño, entrega y amor a Jesús y la Iglesia”, refirió Molina.

Según Molina, este es el tercer reconocimiento que hace la Santa Sede a sacerdotes de la Arquidiócesis de los Altos.

El primero fue para Monseñor Ramón Estrada, ya fallecido, luego fue para Monseñor Rodolfo Colominas, párroco del templo San Bartolomé, quien recibió el reconocimiento el 13 de noviembre de 1984, y 30 años después lo recibe el ahora Monseñor Carlos Enrique Yarzebski Guerra.

Con información de elQuetzalteco y Carlos Ventura