Con 1.56 metros de estatura y 19 años, Karen Pérez es como la nuez, de cáscara dura, verde y rebelde, que sin importar los golpes o posibles lesiones que le pueda causar este deporte de contacto sueña grandes cosas, y quizá su objetivo más mediático será lograr su clasificación a los Juegos Olímpicos de Río 2016.

“Entrenar a conciencia es la clave”, afirma Pérez, respecto de lograr el pase a las justas de Brasil. “Mi papá me ha enseñado que si hago algo lo debo hacer bien”, añade.

El objetivo que se traza la Reina del cuadrilátero no es nada descabellado, ya que tiene gran talento, buena técnica y el coraje para estar arriba de la lona, según su entrenador, Carlos Alberto López.

Para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la Asociación Internacional de Boxeo Aficionado (Aiba) vio algo especial en ella y debió decidir para distribuir una wild card —carta de invitación— para las justas de Londres entre la guatemalteca y la estadounidense Juanita Underwood, Queen.
Pérez había tenido una participación destacada en el Campeonato Mundial de Qinhuangdao, China —ocupó el puesto 32—, por lo que no le alcanzó para hacerse de la invitación, debido a que la norteamericana era en ese momento la mejor de América en peso ligero.

“Lo importante es que fui tomada en cuenta, y eso es de valorarlo. Hay tiempo y confío que este ciclo olímpico se me dará”, dice, emocionada.

Inicio imprevisible

El boxeo llegó a la vida de Karen como algo inesperado, gracias a que su padre, Ángel, y su hermano Elías son aficionados a este deporte y seguían los combates profesionales por la televisión.

Su hermano fue el primero en empezarse a entrenar, pero los estudios lo obligaron a abandonar.

Cuando apenas tenía 11 años, sin que tuviera entre sus planes subirse a un cuadrilátero, la ahora atleta decidió federarse en el boxeo y desde entonces no hace más que entrenarse con disciplina y mucho esmero.

“Al principio mi mamá —Olga— no estaba de acuerdo en que yo practicara este deporte, por ser más para hombres. Con el tiempo lo ha entendido y hora me apoya. Me viene a ver cuando entreno o cuando me toca pelear en eventos nacionales”, refiere.

“El boxeo es algo que me gusta. Quiero y sueño con llegar a realizar mis metas. Anhelo completar este ciclo olímpico y ganar medallas para Guatemala”, confiesa.

Por ser ella y María Micheo las únicas seleccionadas nacionales en este deporte, deben prepararse al lado de los hombres. “A veces es mejor. Los hombres pegan más fuerte y eso acostumbra. Cuando me tocan mis combates oficiales, los golpes de mis contrincantes no se sienten”, comenta, entre sonrisas.

Ejemplo y embajadora

Sin complejos y espontánea, la atleta se considera un ejemplo para la juventud, pues afirma que es alguien que lucha y se esfuerza día a día para alcanzar sus metas.

Su misión es convertirse, a través del deporte, en embajadora, para poner el nombre de Guatemala en alto.

Camino de triunfos

Del 2006 a la fecha ha ganado ocho medallas, cinco de oro, una de plata y dos de bronce.

Desde el 2010 es seleccionada nacional y participó en el Campeonato Mundial Junior y Juvenil de Boxeo, en Antalya, Turquía, y en el 2012 viajó al Campeonato Mundial Femenino de Boxeo, en Qinhuangdao, China.

Su logros más destacados son el oro en la edición 18 del Campeonato Centroamericano de Boxeo en Nicaragua y oro en San José 2013.
Este año trabaja para clasificarse a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, México.