Meyer, de 46 años, trabaja como médico de la selección alemana desde el 2001 y participará en el equipo médico que cuidará de los hombres dirigidos por Joachim Löw durante el Mundial de Brasil 2014.

El Registro de Muertes Súbitas (SDR, en inglés) financiado por la Fifa fue lanzado en enero y no se limitará a las enfermedades cardíacas, sino incluirá todo tipo de muertes súbitas entre futbolistas. “En definitiva, la finalidad es verificar si existe un patrón futbolístico”, indicó Meyer.
Meyer asegura que de los más de cien mil alemanes que mueren anualmente por ataques cardiacos súbitos, solo unos pocos decesos ocurren mientras practican deporte, y en esos casos la muerte sobreviene durante o hasta una hora después de la actividad.

Meyer lleva dos años manejando un banco de datos en Alemania, en su instituto, con el apoyo de la Fundación Alemana del Corazón.

La muerte cardíaca súbita preocupa a la Fifa. En la Confederaciones del 2003 murió por un paro cardiorrespiratorio el camerunés de 28 años Marc-Vivien Foé. Su caso fue calificado por Dvorak como “llamado de atención”.

El internacional español Antonio Puerta, del Sevilla, perdió la vida a los 22 años, tres días después de haber sufrido un paro cardíaco durante un partido. En 1998, el futbolista germano Axel Jüptner se desvaneció durante un entrenamiento del Carl Zeiss Jena, entonces de segunda división, y falleció un día más tarde.

Un año antes, el español Dani Jarque falleció a los 26 años, tras haberse desmayado en forma súbita en el hotel de concentración, durante una gira de pretemporada del Espanyol.

Meyer se enfrentó, además, en Alemania al caso de Gerald Asamoah, que jugaba con el riesgo de un latido cardíaco irregular. El caso llevó a la Bundesliga a obligar a los clubes a contar con un desfibrilador de urgencia en los estadios . La Fifa y la Uefa lo introdujeron también.

En el mundo del deporte, el futbol es considerado como un líder en la precaución y prevención.