En su idea más pura la RBU es un monto de dinero que el Estado entrega sin condiciones a cada miembro de la sociedad por el simple hecho de serlo. Toma en cuenta el costo de consumos vitales, y de acuerdo con estudios de impacto realizados en lugares en donde se ha implementado (Canadá, Estados Unidos y España), además de lograr mejoras en la salud mental y física, aumentar la retención de escolares y lograr mejoras en vivienda, la RBU ha demostrado su capacidad para eliminar la pobreza de ingresos y dinamizar la actividad económica.
Para Guatemala, otros beneficios serían la formalización de la economía y el aumento del número de contribuyentes, pues la RBU solo podría ser gastada en negocios inscritos ante la administración tributaria, eliminando canales informales que provocan competencia desleal mediante evasión de impuestos y contrabando. La disminución de la violencia e inseguridad es otro resultado esperable.
¿Qué haría usted si recibe del Estado Q600 mensuales? Todo dependerá de cuántos recursos tenga antes de recibirlos. En todo caso, con una buena planificación este ingreso contribuiría a promover que el mercado produzca más alimentos sanos y variados; una parte de la RBU puede ser utilizada para financiar la universalización de la seguridad social, y al entregarse por medio de una tarjeta bancaria, permitiría a más personas ser sujetos de crédito para pequeños negocios o vivienda popular.
Cuatro inquietudes suelen aparecer al hablar de la RBU. Primero, el probable desincentivo al trabajo. Pero al ser esta una medida universal, su entrega no depende de si se está trabajando o no, con lo que lograr acceder a un empleo hace que el beneficiario sume más recursos, e incluso comience a pagar impuesto sobre la renta. Obviamente, empleos informales, de alto riesgo o con salarios muy bajos serán menos atractivos para los ciudadanos. Segundo, sobre el incremento de natalidad. Puede ser que esto suceda, pero dependerá de la capacidad del Estado para proveer mejoras en salud reproductiva y educación.
Tercero, sobre programas actuales de asistencia social y empresarial que intentan inútilmente ayudar a combatir la pobreza o a fomentar la inversión privada. Estos se eliminan pues además de ser poco efectivos suelen ser presas de altos costos de administración, clientelismo y otras formas de corrupción. La RBU ayuda a ordenar la administración pública al concentrar su gestión en políticas prioritarias para el desarrollo: educación, salud, vivienda, justicia y seguridad, infraestructura económica y social.
Finalmente, cómo financiar una RBU. Pues además de los recursos provenientes de la eliminación de programas de asistencia citados anteriormente, se requiere una reforma integral del impuesto sobre la renta, que lo dote de mayor progresividad y aumente su recaudación.
Una RBU implica modernización, transformación productiva y justicia social. Modernización de la administración pública, una reforma económica para la transformación productiva y la generación de empleos, y un elemento de justicia en la distribución social de lo producido. ¿Ya imaginó cómo sería vivir en una Guatemala sin pobreza?
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