Algunos usuarios mencionan que a la distancia no se nota, pero basta con extender la mano para ver la ceniza.
El Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) dijo que las expulsiones del Pacaya alcanzan entre 500 y mil metros, que se desplazan gracias al viento y se mezclan con la lluvia que cae en el país debido a un sistema de baja presión del Pacífico, que genera mal tiempo.
La nueva lluvia de arena obligó a regresar a sus hogares a quienes limpiaban las áreas al aire libre y sorprendió a miles de automovilistas y peatones.
Las policías municipales de Tránsito recomiendan que los desplazamientos sean a baja velocidad, con las luces encendidas y con suma precaución.