Médicos Sin Fronteras llama a cerrar las brechas de acceso a la salud en Guatemala

La organización médico-humanitaria le pide al próximo gobierno que enfoque sus esfuerzos en mejorar el sistema público de salud para las poblaciones vulnerables del país.

Ciudad de Guatemala, 20 junio 2023

El sistema de salud pública de Guatemala está afectado por graves desigualdades. Pese a que la salud es un bien público y el Estado y sus instituciones están obligadas a velar por él, el desfinanciamiento, la falta de personal de base para la atención primaria y especializada, así como el desgaste de recursos humanos y materiales, afectan gravemente la capacidad de respuesta de los servicios del sistema nacional de salud.

Esto, sumado a otros problemas, impacta negativamente el bienestar de las comunidades del país, sobre todo el de los hogares de bajos ingresos que enfrentan múltiples limitaciones para llevar una vida larga y saludable.

Médicos Sin Fronteras (MSF), es una organización médico-humanitaria internacional sin fines de lucro que desde 1984 ha desarrollado proyectos en salud en distintos departamentos de Guatemala. Desde el 2020, MSF implementa proyectos para mejorar la atención médica integral de poblaciones migrantes y personas afectadas por la enfermedad renal crónica, una patología silenciosa y agotadora que impacta la calidad de vida de los pacientes y de sus familias.

La mejora en la salud pública en Guatemala es un gran desafío. El país sigue careciendo de atención de calidad, en particular para las enfermedades crónicas no-transmisibles como diabetes, hipertensión y nefropatía. En el departamento de Escuintla, MSF observa que no existen verdaderas campañas de prevención y educación sobre los factores de riesgo de estas enfermedades, ni tampoco detección precoz ni atención médica adecuada. Los costes de tratamiento en fase terminal representan una barrera de acceso a cuidados médicos. Esta es una situación realmente abrumadora.

Ejemplo de esta realidad fue que, durante el año 2022, de los pacientes referidos por MSF a los servicios de salud por sospecha de enfermedad renal crónica, sólo el 39% regresaron al centro de salud para realizar una prueba de confirmación de diagnóstico. De los pacientes con enfermedad en estadio avanzado, sólo un 32% reporta tener acceso a una primera consulta para el tratamiento de remplazo renal. El sistema nacional de salud no proporciona suficientes recursos para que profesionales capacitados puedan atender la demanda de la enfermedad renal crónica. Tampoco tiene capacidad suficiente para viabilizar la terapia de acuerdo con las necesidades de los pacientes.

Una multiplicidad de barreras impide a los hogares con escasos recursos acceder a la atención médica que necesitan y, de hecho, aun si el acceso fuera posible, las personas enfermas y sus familias están obligadas a “elegir” entre la sobrevivencia económica y los gastos médicos para una terapia adecuada.

MSF reconoce que ha habido algunos avances recientes, como el Acuerdo Ministerial 47-2023 para la regularización e implementación del programa nacional de salud renal, con ejes de acción para el fortalecimiento de la atención preventiva a través de la promoción de hábitos de salud y el fortalecimiento de la terapia de remplazo renal y trasplante. Sin embargo, un largo camino queda por delante y muchos son los asuntos que atender.

MSF solicita al futuro gobierno y su administración, que tome conciencia de las condiciones de vida y necesidades inmediatas de las poblaciones que se encuentran excluidas del cuidado médico. Igualmente, le hace un llamado a priorizar la situación crítica en que se colocan las familias y las comunidades producto de la enfermedad renal crónica: el precio a pagar por un sistema sanitario disfuncional es elevado y de muy largo plazo, ello se medirá en sufrimiento social para toda la población de Guatemala.

La salud pública debe ocupar un lugar prioritario en las campañas políticas y los programas de gobierno para el futuro del país. Es crucial que las autoridades nacionales tomen medidas concretas para acercar los servicios de atención de calidad a los pacientes y ampliar la cobertura de prevención, diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades invisibles pero devastadoras. La infraestructura del sistema de salud nacional debe de contar con capacidad de respuesta a los urgentes problemas de salud pública.

 

Adriana Palomares

Jefa de Misión

MSF México y América Central

 

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