El gas licuado de petróleo, gas LP o GLP, es uno de los productos con mayor demanda en todo el mundo, especialmente en los últimos años. Su precio se ha visto afectado por diversos factores internacionales, que se han sumado al costo de distribución que incluye gastos por logística para satisfacer su demanda en cada país.

En el caso de Guatemala, por ejemplo, la importación del gas LP requiere fuertes inversiones monetarias para cumplir con los estándares requeridos y contar con la infraestructura y cadena de distribución necesarias.

A esta inversión se suman los gastos generados por la inflación, costos de operación y mantenimiento, el alza en los precios del petróleo y los combustibles de transporte, además de los costos financieros. Incluso, se generan desembolsos extra por los altos niveles de inseguridad.

Costos por importación y logística

Todo empieza con la adquisición del gas en distribuidoras, a un precio mayor al indicador Mont Belvieu, ya que no se compra de forma directa en las refinerías, ubicadas mayormente en Asia. Posteriormente, el producto se reserva en bodegas, la mayoría instaladas en Estados Unidos, donde se debe realizar un pago por almacenaje.

El GLP es colocado en buques para trasladarlo a puertos de la región, en donde se realizan los pagos de importación, impuestos y gastos portuarios correspondientes.

En muchos casos el gas no llega de forma directa a Guatemala, por lo que se requiere una operación terrestre extra, el pago de impuestos y obligaciones patronales en el país. El producto es trasladado a plantas de distribución y, posteriormente, se lleva a las estaciones de autogas y plantas de almacenamiento.

Es importante considerar que, a diferencia de las gasolineras que pueden almacenar hasta 12,000 galones de producto, el gas LP solo puede reservarse entre 1,000 a 2,000 galones por tanque. Esto implica un mayor número de viajes y un alto costo de transporte, gasolina y diesel, para mantener el volumen que requiere la demanda. Sin embargo, a pesar de las distancias recorridas, el precio del GLP se mantiene en todo el país, por lo que las empresas absorben el costo de distribución.

Se continúa con el proceso de envasado de miles de cilindros, cuyo precio también se ha incrementado a partir de la pandemia. Posteriormente se realiza la logística de entrega y el gas se lleva a centros de distribución, donde son repartidos para el comercio de la industria y su entrega al consumidor final.

El subsidio en apoyo a los consumidores de gas propano

Desde noviembre de 2021 el Congreso de la República de Guatemala ha aprobado seis subsidios para beneficiar a los consumidores de gas LP, considerando que los precios internacionales de este producto se han incrementado en los últimos años.

El 7 de marzo del año en curso, se aprobó un nuevo subsidio por tres meses consistente en Q8 por cilindro de 10 libras, Q16 por 20 libras, Q20 por 25 libras y Q28 por 35 libras. El encargado de cubrir esta subvención es el Ministerio de Energía y Minas (MEM), para lo cual le serán asignados Q150 millones del Presupuesto General del Estado 2023.

Otras variables que han encarecido el precio del gas

A los costos de operación descritos, se suman los gastos por mantenimiento y factores externos como los altos niveles de inflación e inseguridad, así como políticas de precios.

Para poder ofrecer un servicio de calidad y cumplir con los estándares de seguridad, es necesario contar con un programa de mantenimiento y remodelaciones a las terminales y plantas, instalaciones, sistemas de medición y equipos antiincendios. También es necesario renovar las unidades de transporte y reparto, así como las bombas de abastecimiento, de manera que se pueda garantizar el estado óptimo para su función.

Aspectos externos

Debe tenerse en cuenta la inflación mundial que ha afectado el precio de materias primas como el acero, cuyo precio se incrementó de manera desmesurada, escalando al doble el costo de los cilindros de gas desde los últimos tres años.

De igual manera ha subido el precio de los repuestos, que requieren ser importados, para su utilización en el mantenimiento de operación, vehículos y sistemas de autogas. En este aspecto cabe recordar que el costo por transporte marítimo se ha elevado hasta el 300 por ciento desde el inicio del covid-19.

Condiciones de país

El gas se entrega a cada consumidor, aun en las áreas más remotas del país, absorbiendo el incremento en el precio de diesel y gasolina, así como la depreciación acelerada de vehículos debido al mal estado de muchas carreteras.

A todo ello se suma el factor de inseguridad, lo cual requiere una inversión extra en la protección de terminales, plantas y estaciones, así como para el personal y clientes. Todo esto en la prevención de extorsiones, asaltos y acciones del crimen organizado, que incluyen el robo y venta de GLP en el mercado negro. Las disposiciones de administraciones gubernamentales anteriores, en cuanto a otorgar permisos de distribución a entidades que no tienen controles adecuados, también ha dado lugar a la competencia desleal.

Es así como, llevar el gas de manera segura y garantizar la medida cabal en cada cilindro, requiere el esfuerzo de complejas operaciones, cuyos costos se incrementan constantemente. Aun así, lo más importante es garantizar a los clientes residenciales, comerciales o industriales, la calidad del producto al mejor precio.