Algunos ocupantes corrieron a recoger la pieza, pero un grupo de niños que estaba cerca de la carretera se sintió amenazado y alertó a sus padres.
De inmediato se reunieron 300 personas de la finca Chimel y rodearon al grupo de feligreses con intenciones de lincharlos, al creer que eran delincuentes.
La Policía se movilizó y dialogó con las partes para concer lo ocurrido e intermedió para aclarar el malentendido con los vecinos.
Una vez el incidente quedó aclarado, las autoridades escoltaron a los evangélicos hasta Cobán.