Según datos del Osar, en el 2009 también se registraron seis casos. Pablo dijo que eso demuestra que la labor de esa área no ha tenido efecto. “Lo que nos llama la atención es que según el informe que nos enviaron, las muertes registradas pudieron haberse prevenido”, refirió.
El informe reporta que la defunción de las nueve madres de este año son por retención placentaria, septicemia, síndrome de Hellp, eclampsia, hemorragias y otros síntomas controlables.
Estas afecciones están consideradas médicamente con un rango de gravedad que oscilan entre el 12.5 y 25 por ciento, lo que significa que no eran de alto riesgo. “Creemos que en lugar de mejorar en la reducción de muerte materna, vamos de retroceso”, expresó Pablo.
Si vemos los números de manera fría, la diferencia de las muertes es solo de tres casos, pero se habría podido hacer algo para evitarlas.
El Osar aglutina 23 organizaciones que recopilan y monitorean indicadores de salud reproductiva de Guatemala, muerte materna, embarazo en adolescentes e incidencia del VIH.
Pablo expresó que las organizaciones del Osar esperan que el próximo gobierno logre dar una mejor atención en salud y evitar más muertes maternas.
Carlos Ochoa, director del Área de Salud, confirmó que hubo nueve muertes maternas, al parecer por los cambios que tienen los modelos de Salud en el departamento, e indicó que hace falta mayor unión en los miembros de la sociedad civil y quienes trabajan en esa área.