Uno de los asaltantes reconoció a Noj Cutzal y gritó: “Aquí viene el Enano”, y sus cómplices le respondieron que lo lanzara del bus, manifestó González.
“Disminuí la velocidad para ver qué le había pasado al patrón, pero uno de los delincuentes me encañonó y me dijo que continuara, ya que de no hacerlo me mataría”, añadió.
Daniel Noj, hijo del transportista, informó que su padre era víctima de extorsión.
“Él estaba amenazado por extorsionistas que le habían pedido Q50 mil para dejar que los buses circularan. Hace unos dos meses otra línea empezó a transitar por este sector y mi padre introdujo otro bus para no perder su clientela, presumimos que esas fueron las causas del ataque”, expresó Noj.
Carlos Tohom, comisario de la PNC en Chimaltenango, dijo que el ataque pudo deberse a conflictos entre empresas de transportes, pero que el caso está bajo reserva.