“El agua la recibimos de las láminas y la acumulamos en baldes, baños, cubetas y cualquier cosa que nos sirva para almacenarla y poder sobrevivir”, afirmó.
Leticia Calel, vecina, explicó que el manantial más cercano está a dos kilómetros de distancia.
Felipe Itzep, del Centro de Salud de la comunidad, indicó que consumir esta agua podría afectar la salud de las familias, y urgió a las autoridades a que solucionen el problema.
El síndico de la localidad, Sergio Vaquiax, dijo que la comuna apoyará con Q10 mil 800 para la compra de la nueva bomba, y que el aporte lo darán durante esta semana.