Pedro Calán, uno de los vecinos que manifestó, dijo que desde 1954 esas tierras les fueron heredadas a sus abuelos, pero personas desconocidas han hecho uso de ellas y han construido viviendas.
“El problema de la invasión, como le llamamos, ocurre desde hace mucho tiempo. Hace dos años interpusimos una denuncia ante el MP para que a través de este se lograra resolver el problema, pero na han hecho nada”, refirió Calán.
El vecino añadió que la finca que les fue heredada, cuenta con dos áreas conocidas como Lo de Silva y Campo azul, y que en cada una hay un promedio de 60 propietarios que no pueden usar los terrenos porque hay personas que las han ocupado.
“Hay tres líderes comunitarios en el lugar, quienes han permitido esta situación y nos amenazan e intimidan, ya que tienen el respaldo de la gente que ha llegado a invadir. Hemos intentado dialogar y les hemos ofrecido las tierras que invadieron a precios casi regalados, pero aun así no acceden”, explicó Calán.
Según Aureliano Sirín, de la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina, los hermanos Max y Tulio Tun Luch, Juan Calán y Magdaleno Balán, han estafado a varias personas, a quienes han vendido tierras de las que no son dueños.
“Pediremos al MP y al Registro de Información Catastral que efectúe una remedición en este lugar, para identificar a los dueños de las tierras en disputa”, añadió Sirín.
Dagoberto Palacios, fiscal del MP, expresó que le dará seguimiento al caso y que para el próximo viernes citaron a las partes involucradas en el conflicto para tratar de alcanzar acuerdos.