Chimaltenango

Vivirán el Día del Niño más triste de sus vidas

Hoy se celebra en el país el Día del Niño, y mientras la mayoría de infantes compartirán con sus padres, familiares o compañeros de estudio, para muchos menores de San Martín Jilotepeque será el día más triste de sus vidas, pues es el primero que pasarán sin sus padres u otros parientes, quienes perecieron en el accidente de autobús ocurrido el 9 de septiembre recién pasado, por el cual murieron 50 personas.

Los juguetes y la comida nunca hacían falta en la casa de  la familia de Maximiliano Duarte, víctima del accidente de bus.

Los juguetes y la comida nunca hacían falta en la casa de la familia de Maximiliano Duarte, víctima del accidente de bus.

El día del percance, ocurrido en el kilómetro 64, entre San Martín Jilotepeque y Chimaltenango, Guillermo Coc López, de 51 años y ayudante de albañil, se dirigía a su trabajo en la capital, pero murió como consecuencia del impacto.

Coc tenía seis hijos: Blanca María, 16; Yanira Doribel, 14; Meylin Marvela, 12; Guillermo David, 9; Ángel Miguel, 7, y Katerine Sofía, 2.

Los niños ven muy difícil superar el vacío que dejó su padre, pues están sumidos en la tristeza.

Blanca María, la mayor, reconoce el esfuerzo de su madre, María Josefina Bar, 35, para sacarlos adelante.

“Todos mis hijos están muy tristes y hay algunos que ya no quieren terminar la escuela por lo que nos sucedió, pero yo los animo y les digo que lo hagan por su papá, para que su muerte no quede en vano”, comentó Bar.

“Con el primer varón es con quien últimamente me ha sido difícil, ya que se encierra en el cuarto y se pone a llorar, y le digo que tenemos que ser fuertes para poder salir adelante de este dolor que la vida nos ha dejado; lo abrazo y le pido a Dios que nos ayude a superar esto”, relató.

Bar recordó que su esposo madrugaba todos los días y trabajaba muy duro para ganar el sustento de la familia, aunque solo le pagaban el salario mínimo.

Yanira Doribel recuerda que cuando su papá tenía trabajo estable acostumbraba comprar comida especial y pastel, para celebrar el Día del Niño, pero cuando la situación económica era más difícil les explicaba que no podía hacerlo.

“Cuando no tenía dinero, nos daba un abrazo y nos explicaba que lo más importante era la salud y la unión familiar”, afirmó.

Otros dramas

Jorge Baudio Santos Batres, 27, trabajaba como piloto y también murió en el accidente del bus de Transportes Sanmartineca.

Dejó en la orfandad a José David, 9; Antony Isaac, 4, y Marjorie Jacobed, de cinco meses, por lo que ahora su esposa, Vastti Hernández, se ha quedado al frente de la familia.

Hernández recuerda que siempre iban a cenar a un lugar especial para celebrar el Día del Niño, y que su esposo les decía a los pequeños que este era un día importante.

“A mis hijos les digo que su papá está en un lugar especial y desde allí nos está cuidando. Ellos están pequeños y se ponen tristes al no verlo, pero con el apoyo de mi familia los vamos a sacar adelante”, aseguró Hernández.

Aura Díaz relató que tras la muerte de su esposo, Maximiliano Duarte, 34, se ha quedado sola con sus cuatro hijas.

Recordó que el hecho de que solo tuvieran hijas hacía que Duarte les diera siempre un trato especial.

Las niñas más grandes recordaron que su padre siempre les compraba juguetes y un pastel para celebrar el Día del Niño, y que siempre le gustaba estar en familia.

“Como seres humanos nos duele la pérdida de un familiar, mucho más a los niños, pero gracias a Dios mi esposo y mi familia es evangélica y sabemos a dónde vamos cuando nos morimos, si estamos a cuentas con Dios”, comentó Díaz.

Recalcó que este Día del Niño será el más triste para su familia y para las otras que quedaron enlutadas por el accidente.

La tragedia

El 9 de septiembre último, un autobús  de Transportes Sanmartineca cayó en un barranco de  200 metros de profundidad, en el kilómetro 64, entre San Martín Jilotepeque y Chimaltenango.

El accidente ocurrió a las  7.50 horas  y murieron 43 personas y 37 quedaron heridas. Días después la cifra se elevó a 50 víctimas mortales.

El autobús había salido de San Martín Jilotepeque a las 7.30 horas, con unos 80 pasajeros a bordo, aunque su capacidad máxima era de 54.

Testigos e investigaciones de las autoridades determinaron que el bus se desplazaba a gran velocidad  y le fallaron los frenos.

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