Durante la persecución que comenzó en la aldea Dolores, resultó herido uno de los atacantes, por lo que fue trasladado a un centro asistencial de la localidad.
Los cinco sindicados se conducían en un picop y al momento de la aprehensión se les incautaron dos armas de fuego; una pistola calibre 9 milímetros, tres cargadores y 17 cartuchos útiles, así como un revólver calibre 357, con cuatro cartuchos útiles.