Chiquimula

Pobladores viven jornada de dolor

En los rostros de decenas de personas que acompañaban los féretros de las 12 víctimas de la correntada que la noche del martes último arrastró el microbús en el que viajaban, en Olopa, Chiquimula, se reflejaba dolor, tristeza y consternación.

Llevan féretros    en vehículos.

Llevan féretros en vehículos.

Familiares, amigos y vecinos acompañaron los restos a los cementerios de las comunidades Piedra de Amolar y Laguna de Cayur, Olopa, y al de San Juan Ermita.

Olga Esperanza Hernández, quien perdió a su hermana María Floridalma, refirió que esta estudiaba enfermería en Chiquimula, hacía prácticas en Olopa y esperaba graduarse este año.

“Ella regresaba de cumplir con su práctica cuando ocurrió la tragedia. Es una pérdida irreparable para toda mi familia. Con mis hermanos la ayudábamos a sufragar los gastos de sus estudios, porque queríamos que ella tuviera mejores oportunidades en la vida, pero ese sueño quedó truncado”, lamentó.

María Gricelda Romero, quien perdió a su madrina, Rosario Rodríguez, comentó que ella vendía cosméticos y había viajado a la aldea Laguna de Cayur, Olopa, pero ya no regresó.

Lucrecia Monroy, pobladora, consideró que la Dirección General de Transporte y la Policía Nacional Civil deberían revisar los servicios de transporte, para “garantizar que los pilotos, al menos, tengan licencia profesional para conducir, y con ello reducir los riesgos de accidentes”.

Agregó que también es necesario que inspeccionen el estado de los buses y microbuses.

ESCRITO POR:

Fernando Magzul

Periodista de Prensa Libre y Guatevisión con 19 años de experiencia. Especializado en radio, prensa escrita, medios digitales y televisión.