En un desfile hípico un hombre que visitó el municipio de Sanarate, caminó en el desfile con un AK-47 sin que ningún elemento policiaco le dijera nada, cuando este tipo de arma está prohibida y solo la pueden utilizar las fuerzas armadas del país.
Aunque estas personas pasen frente a policías y sus mandos, nadie se anima a decir nada. Al consultarles a los agentes, estos guardan silencio ante dicha situación y se hacen los desentendidos, otros se molestan al hacerles la pregunta en cuanto a qué hacen ellos para evitar tal situación.
Manuel Rodríguez, un vecino del lugar que asiste cada año a presenciar esas actividades, comento que es normal ver a esta gente portando sus armas de fuego, tomando cerveza y whisky durante todo el recorrido del desfile, lo que también pone en riesgo la seguridad de los vecinos, especialmente de las mujeres y los niños.
“Esto es parte de la cultura de los pueblos del oriente, y creo que estas personas se sienten incompletas si no cargan sus armas en este tipo de eventos, porque aparte de presumir sus caballos de pura sangre, también les gusta exhibir las mismas“, opinó Juan José Palencia, vecino de El Progreso.