Los cadáveres estaban en estado de descomposición y fueron enterrados a poca profundidad en un área escabrosa y de difícil acceso.
Cae presunto plagiario
La exhumación de los cuerpos se llevó a cabo como parte de las investigaciones del caso.
El mismo día de ayer, la Fuerza de Tarea contra el Secuestro detuvo a Miguel Ángel Arriaza Larios, 37, alias Miguelito o el Pelón, presunto cabecilla de la banda de plagiarios denominada los Perversos, vinculada al triple crimen.
Arriaza fue detenido en un cateo en la finca Tierra Blanca, San Antonio La Paz, El Progreso, en el kilómetro 45 de la ruta al Atlántico, en cumplimiento a una orden girada por el Juzgado Primero de Primera Instancia Penal de Mayor Riesgo de la capital, por plagio o secuestro y asociación ilícita.
En el allanamiento las autoridades incautaron un picop blindado Ford 250, gris P167BVV, y otros dos Toyota Hilux, además de chalecos antibalas, uniformes tipo comando, municiones y teléfonos celulares.
Los Perversos
El 25 de enero último se allanó una casa en la aldea Agua Salóbrega, donde fue capturado Carlos Armando Contreras Ramírez, 35, a quien se le decomisó una pistola calibre 9 mm, una .40, una escopeta 12 y municiones, por lo que también fue vinculado al grupo de plagiarios.
El 21 de septiembre del 2012 fueron detenidos en la 6a. avenida A y 20 calle, zona 1 de la capital, Saúl Guillermo Leiva Pinto, 18; Thelma Elizabeth Pereira Morales, 23; Saulo David Leiva Ambrosio, 38, alias el Bomba; y María Jeaneth Morales Alvarado, 41, alias la Perversa, vinculados a esta estructura criminal.
La Unidad Antisecuestros del Ministerio Público cuenta con un análisis grafotécnico que revela que las víctimas llenaron varios cheques por menos de Q4 mil a favor de los sindicados, 10 días después del plagio, y se comprobó que estos documentos fueron endosados el 26 de julio en agencias bancarias de las zonas 1, 11 y 18, por lo que los fiscales solicitaron videos de cámaras de vigilancia y ubicaron a los detenidos.
El plagio
El día del secuestro, las tres víctimas viajaban en una camioneta agrícola, y aparentemente fueron interceptados en el kilómetro 33 de la ruta al Atlántico, en la aldea Agua Caliente, San Antonio La Paz, El Progreso, y nunca más se supo de ellos.