El vecino Tomás Ramírez Nájera, 70, manifestó: “Me asusté cuando vi al muchacho tirado boca abajo. Yo iba a cortar frijol pero regresé al pueblo para avisarle a la Policía”.
Noemí Cruz, de 16, hermana de la víctima, presume que el móvil del crimen fue el robo del equipo de sonido que tenía el mototaxi, ya que el vehículo fue abandonado a dos kilómetros de donde quedó el cadáver, y ya no tenía este equipo.