El HLB entró a Guatemala a través de Petén, y lentamente se ha propagado por todo el oriente del país, hasta llegar a la Costa Sur.
Doble problema
El agricultor Ramiro Méndez, quien trabaja en Las Vegas, El Jícaro, El Progreso, expuso que la falta de agua en esa región, este año, ha dificultado la siembra de limón, y ahora se suma la plaga. “Los árboles tienen síntomas de muerte, y los frutos son más pequeños”, refirió.
Florentino Loaiza, citricultor de la aldea Palo Amontonado, Guastatoya, comentó que tras la tormenta Ágatha, en el 2010, empezaron a notar que el fruto de limón se tornaba amarillo y más pequeño.
“Solicitamos el apoyo de Fecinogua, y detectaron que se trataba de la bacteria HLB. La mayoría de plantaciones se han perdido debido a la falta de riego, y ahora, con la bacteria, se generaron pérdidas de unos Q1.5 millones”, indicó.
Humberto Gutiérrez, de Fecinogua, relató que la bacteria fue detectada a principios del 2010, y que desde entonces entró al país a través de Petén y ha avanzado lentamente por Izabal, Chiquimula, Zacapa, Jalapa y Jutiapa. Ahora está ingresando en Santa Rosa.
Señaló que entre las plantaciones dañadas en El Progreso están las de las cooperativas Las Palmas, en El Jícaro, y El Limón, en Morazán.
Además, las de la Asociación Integral Agropecuaria, de El Jícaro, y la Unidad de Riego Palo Amontonado, Guastatoya.
En Zacapa se ve afectada la Asociación de Fomento Agrícola de Cabañas.
Arnoldo Marín, coordinador de la Unidad de Formación del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga), indicó que 22 epidemiólogos cubren el territorio nacional para inspeccionar las plantaciones de cítricos.
Sin salida
Un epidemiólogo del Maga que pidió omitir su nombre explicó que el HLB es una bacteria transmitida por insectos. Dijo también que, aunque un árbol de cítricos esté infectado, toma años en notarse, pero no hay cura hasta ahora, por lo que es innecesario fumigar.
Sugirió a los agricultores no comprar árboles en viveros no certificados, y si detectan uno contagiado en sus plantaciones, lo destruyan y ocho más a la redonda.
Refirió que son necesarios más epidemiólogos, pues se trabaja en la recolección y análisis de muestras y en la concienciación de los agricultores sobre que acudan al Maga para recibir información y orientación.