El paso es de suma importancia para los pobladores del área urbana y unas 16 comunidades rurales, pues les sirve de enlace con la ruta al Atlántico.
El vecino Juan Antonio Salguero indicó que a diario pasan unos 500 vehículos y unas mil personas.
Marjorie Castillo, vecina, dijo que también une a varios municipios de Zacapa y El Progreso y se utiliza como vía alterna cuando la ruta al Atlántico está bloqueada o inhabilitada.
Debido a que uno de los extremos del puente quedó de pie, la comuna y pobladores unieron esfuerzos para formar una especie de rampa con piedras, tierra y arena. De esta manera, el paso por el puente está habilitado, aunque como el trabajo es artesanal y rudimentario, las correntadas y desbordes del río lo destruyen fácilmente.
Cada vez que el nivel del río sube, el paso queda interrumpido. Cuando esto sucede, los pobladores improvisan una canasta que pende de lazos, con la cual, de uno en uno, logran cruzar el río.
Según Juan Carlos Iguardia, director de planificación de la comuna de El Jícaro, la inhabilitación de esta estructura hace que la situación económica del municipio sea más complicada, ya que por esa ruta se transportan los productos básicos de los habitantes y se comercializan productos de artesanía que se fabrican en la región.
El alcalde Augusto Rolando Paiz Barrios dijo que solicitó la reparación en varias ocasiones a la Unidad Ejecutora de Conservación Vial y a diputados al Congreso, pero le dicen que no hay fondos.
El funcionario dijo que tampoco la comuna cuenta con presupuesto, por lo que lo único ha hecho es la construcción de la rampa.
Paiz agregó que presentó la solicitud al Consejo de Departamental de Desarrollo, y le indicaron que aún no se puede reconstruir porque el presupuesto no ha sido asignado, y que las obras para este año ya fueron escogidas, por lo que se debe esperar hasta el 2012.