Los vecinos aseguraron que en el 2010 les prometieron un proyecto de agua potable “pero hasta hoy no lo han cumplido”.
Las Fuerzas Especiales de la Policía Nacional Civil (FEP) llegaron al lugar y tiraron bombas gas lacrimógena para dispersar a los inconformes. Una de las bombas cayó dentro de una escuela del sector y eso enardeció a los ánimos de los vecinos quienes tiraron piedras a los agentes.
En la trifulca también quebraron el vidrio delantero de un autopatrulla en la que se transportaban algunos policías.
El cierre a inmediaciones del kilómetro 46 de la ruta al Atlántico produjo un congestionamiento de por lo menos dos kilómetros en el camino que de la cementera conduce a la carretera principal entre los tráiler que quieren salir de aquel lugar.
Con información de Julio Lara