Luis Enrique Granados, otro vecino afectado, expresó que desde la Semana Santa de este año, cuando visitó la tumba de un pariente, observó cómo ladrones se habían robado una plaqueta de bronce, y la semana pasada que volvió a visitar el lugar, ya no tenía la puerta.
“Fui acompañado de otros familiares a la administración del cementerio y solamente nos indicaron que los robos ocurren por la noche y que los delincuentes portan armas de fuego y el guardián no, por lo que nada puede hacer”, afirmó.
Alfredo René Medina, también afectado, solicitó a las autoridades locales que velen por la seguridad del camposanto, porque las personas pagan una cuota anual por el derecho de nichos y es justo que de esos fondos se pague el mantenimiento y la seguridad,
Pedro René Escobar, alcalde de la cabecera de Escuintla, expresó que los robos ocurren desde hace varios años y que los afectados no se habían dado cuenta porque solo visitan las tumbas en los primeros días de noviembre.
A pesar de eso, dijo el jefe municipal, no solo tomará en cuenta el problema del estado físico del cementerio, sino coordinará con las fuerzas de seguridad para que vigilen de manera constante, para evitar que personas con malas intenciones dañen las tumbas.