Palín y San Vicente Pacaya no cuentan con botaderos, y en otros municipios estos representan riesgo para la salud, ya que se encuentran cerca de afluentes o nacimientos de agua, como es el caso de Masagua, donde la ribera del río Guacalate se ha convertido en vertedero.
Édgar Barillas, delegado de Saneamiento Ambiental, explicó que el botadero en la cabecera llegó a su límite hace ocho años, pero la comuna lo mantiene en uso para quemar las más de 86 toneladas por día que se generan en esa ciudad.
En tanto, la Municipalidad de Santa Lucía Cotzumalguapa utiliza un terreno, sin la aprobación del Ministerio de Ambiente.
Barrillas abogó por una planta de procesamiento, pues la mayoría de basureros se encuentra en áreas urbanas, lo cual es un riesgo para la salud y afea el ornato.
Denunció que en La Gomera fue reubicado el botadero de desechos que funcionaba en la ribera del río Acomé, ya que allí se encuentra el área protegida El Naranjo.
Juan Guzmán, vecino de la cabecera, indicó que el vertedero de ese municipio se encuentra en la finca La Estrellita, pero desde hace varios años rebasó su capacidad. “Antes la comuna quemaba la basura y la enterraba, pero ya no es posible, por lo que solo la amontona”, refirió.
Los pobladores se quejan de olores nauseabundos, el humo que causa la quema de los desechos y abundancia de animales carroñeros.
Juan Del Cid, de Santa Lucía Cotzumalguapa, relató que los desechos son amontonados cerca de la terminal de buses y pasan varios días para que la Municipalidad los retire.
En Guanagazapa, la comuna utiliza un predio en la colonia Agustín Juárez, y solo acumula la basura y la quema, pero no la entierra, comentóÓscar Guzmán, residente del lugar.
Tanto los afectados como las autoridades consideran que es necesario construir una planta para tratamiento de desechos. Barillas enfatizó que es necesario, y Luis Marroquín, de la agrupación Sociedad Civil, expresó que la han solicitado a la Municipalidad, sin que hasta ahora se haya puesto en marcha un proyecto para ello.