Gustavo Villatoro, promotor comunitario, relató que los agricultores buscaron alternativas para aprovechar sus terrenos y tener ingresos para mantener a sus familias.
Refirió que pidieron asesoría en la Dirección de Pesca y Acuicultura (Dipesca) del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga), donde les brindaron asesoría sobre el manejo de tilapia. Luego solicitaron ayuda a la iniciativa privada, para la construcción de estanques.
Roberto Viana, asesor técnico del Maga, dijo que a los pequeños productores se les brinda asistencia, a fin de que desde el principio los costos sean mínimos.
También se les proporcionan alevines a precios bajos, los cuales se producen en la finca Sabana Grande, del Maga.
Viana resaltó que el cultivo de tilapia sirve a los pobladores para su consumo y comercialización, en especial en invierno, ya que en los últimos años se ha registrado un descenso en la industria de productos del mar durante esa época.
Agregó que se imparten talleres sobre cómo darle valor agregado al producto al comercializarlo.
Viana explicó que, como parte de la orientación, se les enseña a preparar el filete de tilapia, ya que así es como se puede introducir en supermercados y hacer que tenga demanda en restaurantes.
Además, reciben cursos en los que aprenden a ahumar la carne del pez, que se puede ofrecer en mercados selectos. “Esto permitirá que las labores en la crianza de tilapia se multipliquen y otros miembros de la familia laboren en la empresa”, comentó Viana.
El programa empezó con nueve agricultores emprendedores, y el número ya se incrementó.
Julio Herrarte, poblador de Nueva Concepción, indicó que se dedicaba a la agricultura, pero al conocer el programa decidió comenzar este negocio y construyó un pequeño estanque.
Al descubrir el potencial del negocio, estableció un restaurante donde los comensales pescan en un acuario dentro del local las tilapias que desean degustar.