Agregó que a lo largo de varios kilómetros se podía observar la gran cantidad de peces muertos, y lo más preocupante es que no se sabe qué los mató.
Paralizan pesca
El pescador Gabriel Ramos, dijo que a causa de la mortandad, las actividades pesqueras fueron suspendidas, ya que no quieren arriesgarse a atrapar animales que estén enfermos o contaminados y perjudicar así a los consumidores.
Añadió que les parece extraño que la mayor parte de peces que murió es de la especie lubina, y que por eso es necesario que las autoridades investiguen.
Jorge Morales, otro poblador, mencionó que al menos 40 familias que viven en las cercanías del lugar han dejado de percibir ingresos económicos, pues no han querido arriesgarse a pescar.
Daniel López, pescador artesanal, manifestó que se teme que la muerte de los peces haya ocurrido por envenenamiento del agua por alguna agroindustria instalada cerca del río.
Juan Felipe, otro pescador, opina que la muerte de los peces pudo deberse a que el agua de la bocabarra y el mar tenían temperaturas distintas.
Olores fétidos
Los afectados señalaron que ahora afrontan otro problema en el sector, ya que empiezan a sentirse olores fétidos, debido a la descomposición de los peces, y por eso es importante que las autoridades de Salud hagan algún tipo de control para evitar epidemias en la población.
Lewis Logan, gobernador departamental, afirmó que personal del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales y del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga) recorrieron el área para evaluar la situación.
Descartan tóxicos
Al ser consultado sobre los peces muertos, Carlos Marín, director de Normatividad de Pesca y Acuicultura del Maga, refirió: “La mortandad de los peces se debió a fenómenos atmosféricos, pues la temperatura del agua bajó mucho, lo que afectó a los alevines y a los peces más jóvenes”.
“Se descarta la intoxicación por causas externas, pero no es recomendable que las personas consuman los peces”, añadió Marín.
La directora de gestión ambiental del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, Teresa Calderón, confirmó que son tres especies de peces de agua salada que se hallaron en las playas de Nueva Concepción y, aunque descarta que se trate de marea roja o altos niveles de contaminación, ya se hacen pruebas toxicológicas. Agregó que los resultados se darán a conocer en dos semanas.
Calderón indicó que los peces pudieron haber sido arrojados por un barco pesquero en alta mar y fueron arrastrados hasta la costa.
DATO
40 familias de pescadores son afectadas, en Nueva Concepción, Escuintla.