Curiosos señalaron que las víctimas esperaban que el semáforo les diera la vía, cuando dos hombres que se desplazaban en motocicleta les dispararon.
Este doble crimen se suma a varias masacres ocurridas en ese departamento este año, lo que lo mantiene como el segundo más violento después de Guatemala, pese a que ha aumentado la presencia de las fuerzas de seguridad.
En lo que va de este mes han sido ultimadas 12 personas, entre estas Mendoza, Valdez, y otras cinco que murieron el jueves último en la colonia Arévalo, Puerto San José.
Ante la situación, sectores sociales de Escuintla repudian la violencia que azota a ese departamento y manifiestan su preocupación porque no disminuye.
Estadísticas
Según datos del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), de enero a mayo últimos perecieron 231 personas a causa de la violencia, solo siete menos que en el mismo período del 2013, cuando se reportaron 238 decesos violentos.
Silvestre Cifuentes, representante de la sociedad civil ante el Consejo Departamental de Desarrollo, indicó que hay una aparente seguridad, pues se observan agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) en varios puntos, pero la criminalidad persiste.
“Pareciera que las medidas de seguridad que ha adoptado Gobernación no han dado mayores resultados”, agregó.
José Luis Marroquín, presidente en funciones de los consejos de Desarrollo de Segundo Nivel de Escuintla, manifestó su preocupación por el alto índice de violencia, la cual ocurre a cualquier hora.
Anunció que los líderes que integran los consejos se unirán para denunciar ante las autoridades los hechos delictivos y puntos de venta de drogas.
Marroquín enfatizó que es importante que a los agentes de la PNC se les dote de más vehículos, para que su labor sea efectiva.
Según reportes del referido ministerio, 750 personas, entre agentes de la PNC y soldados, velan por la seguridad en ese departamento.
La mayor vigilancia se concentra en Nueva Concepción, Santa Lucía Cotzumalguapa, Tiquisate, Puerto San José y la cabecera, pues son los municipios más violentos.
Alfredo Ramos, delegado de la Procuraduría de Derechos Humanos, resaltó que la violencia no solo está atribuida a robos y extorsiones, sino también a la disputa de territorio para el narcomenudeo.
Agregó que una de las debilidades de las fuerzas de seguridad es que al hacer una captura, el parte policial es ineficiente, lo que hace que los casos no avancen y los delincuentes salgan libres.