La víctima tenía al menos cinco disparos de arma de fuego en órganos vitales, por lo que murió de manera instantánea.
La familia indicó que Lara era agente de seguridad privada y custodiaba furgones en la empresa Portuaria Quetzal, pero desconocen las causas del asesinato.
Según la Policía, el móvil podría tratarse de un ajuste de cuentas, debido a que el padre de este fue asesinado el año pasado, quien era sindicado de sicario.