Escuintla

Vecinos denuncian desvío del río Coyolate

Líderes de 22 comunidades de Nueva Concepción, Escuintla, asentadas en la cuenca del río Coyolate, denunciaron que la agroindustria de caña y palma africana ha desviado el cauce de ese afluente, con lo cual miles de personas se están quedando sin el vital líquido, para uso domiciliar y riego de cultivos, por lo que exigen la intervención del Gobierno, para tratar de buscarle una solución al problema.

Afluente Guacalate luce casi seco.

Afluente Guacalate luce casi seco.

Nelson Yanes, presidente de la Asociación para la Protección de las Bordas de los Ríos Coyolate y Madre Vieja (Asobordas), indicó que unas 20 mil personas son las afectadas con el desvío del Coyolate, ya que no pueden abastecerse de agua, y eso genera problemas de salud. Añadió que casos similares ocurren en los afluentes Guacalate, Achiguate, Pantaleón y Madre Vieja.

Tres desvíos

Yanes informó que al cauce del Coyolate le han hecho tres desvíos: en la aldea Cerro Colorado, Santo Domingo Los Cocos, y La Palmera, en Santa Odilia.

Refirió que todos los desvíos se hicieron hacia las fincas cañeras o de palma africana, y que estas utilizan hasta un 90 por ciento de los caudales de los ríos.

Yanes mencionó que después de los tres desvíos, el área es casi seca y hay daños en la flora y la fauna.

Julio López, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode) de la aldea Tecojate Sector 1, resaltó que otro de los problemas que afrontan es que a falta del flujo de agua dulce por la cuenca del río Coyolate, la salinización del mar se está extendiendo, con lo que se afectan los pozos artesanales.

“Ni los animales de corral beben el agua de los pozos, y para el consumo de las familias se debe comprar el vital líquido en garrafones o bien en bolsas, lo que genera un gasto adicional a la economía del hogar”, dijo López.

Vidal Benítez, presidente del Cocode de la aldea San José El Flor, señaló que la agroindustria tiene grandes extensiones de tierra y utilizan enormes cantidades de agua que consiguen con el desvío del Coyolate.

Resaltó que en la época seca los ríos casi desaparecen, pero que en invierno las fincas regresan el agua al río y eso causa inundaciones en las comunidades.

Urgen bordas

Benítez aseguró que debido a estas malas prácticas agroindustriales, el río se desbordó en un punto conocido como Bolsa de la Yegua, por lo que piden al Ministerio de Comunicaciones que se amplíe la fase 3, que comprende la construcción de dos kilómetros de bordas que protegerían a las comunidades de la Trocha 1 a la 115, y la aldea Tecojate.

Estos trabajos preventivos no solo evitarían inundaciones sino también protegerían 10 puentes recién construidos, y que están en riesgo por las correntadas durante el invierno.

Jorge Aguirre, agricultor, expresó que pequeños productores de maíz, frijol, ajonjolí, tabaco, banano, plátano, y el sector ganadero han tenido cuantiosas pérdidas.

Adelgina Valenzuela, del Cocode de Santa Ana Mixtán, aseguró que han buscado el apoyo de autoridades locales, pero no han tenido ninguna respuesta, por lo que solicitan al Gobierno central que intervenga, y así se busque una solución en la que todos salgan beneficiados.

Refirió que si en un tiempo prudencial no ven acción estatal alguna, tomarán medidas de hecho.

Pedro Morales, delegado departamental de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, confirmó que el desvío que efectúan las fincas cañeras a las cuencas de los ríos de Escuintla son de alto riesgo, pues en verano dejan sin agua a las comunidades y en invierno causan inundaciones.

Dijo que en años anteriores se ha tratado de negociar con los propietarios de las fincas para que regulen el uso del vital liquido; sin embargo, estos se han negado a discutir la situación.

JoséÁlvarez, delegado de la Procuraduría de Derechos Humanos en Escuintla, calificó como una violación a los derechos fundamentales dejar sin agua a tantas personas, por lo que coordinará con instituciones del Gobierno para que verifiquen el problema.

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