Tres fueron retenidos minutos después, pero los pobladores siguieron buscando al otro, quien fue encontrado nueve horas después de que se lanzó la alerta.
Mediación
Después de varias horas de diálogo entre las autoridades y líderes de donde son originarios los presuntos ladrones —cuyo nombre no se dio a conocer—, la población decidió darles un castigo.
Los individuos fueron azotados por una autoridad del pueblo y obligados a llevar costales llenos de tierra, por las calles del lugar. Después de la reprimenda fueron entregados a las autoridades comunitarias de su aldea.
La negociación incluyó que los retenidos fueran obligados a efectuar trabajos de apoyo a la comunidad.
En los últimos cinco años han sido linchadas 16 personas en Santa Cruz Barillas, Huehuetenango.