Guatemala

Comunidades permanecen olividadas en Los Cuchumatanes

Sin electricidad, agua entubada, caminos apropiados ni alternativas de progreso, pobladores de 23 comunidades rurales  del norte de San Mateo Ixtatán, Huehuetenango,  permanecen olvidados por las autoridades municipales y de Gobierno.

Pobladores de  comunidades al norte de San Mateo Ixtatán  viven en extrema pobreza, y están a la espera de la ayuda prometida por el Gobierno. (Foto Prensa Libre: Mike Castillo)

Pobladores de  comunidades al norte de San Mateo Ixtatán  viven en extrema pobreza, y están a la espera de la ayuda prometida por el Gobierno. (Foto Prensa Libre: Mike Castillo)

SAN MATEO IXTATÁN – La mayor parte de viviendas de esas aldeas y caseríos están construidas de madera con láminas de zinc, pero el piso es de tierra. Por las noches se alumbran con candelas y ocote, y tienen que acarrear agua de los ríos.

Alonso Bernabé, de Yalanuhuits, explicó que para llegar a la cabecera municipal les  toma un día a pie, lo cual tienen que hacer frecuentemente porque el camino de terracería está intransitable muchas veces.

Uno de los problemas más grandes es  la falta de  educación, pues no hay escuela cercana, por lo que tienen que caminar demasiado. De sus 14 hijos, Bernabé solo pudo costear estudios básicos para uno.

 Subsistencia

Relató que la mayoría de los pobladores se dedica al cultivo de maíz y frijol para consumo propio, y venden lo que les sobra, aunque hay quienes   tienen más terrenos y siembran café y cardamomo.

 A María Gómez Gregorio, pobladora, le parece que el problema que enfrentan es que los creen mexicanos, por estar cerca de la frontera con ese país.

Gómez Gregorio habla frente a su comal de barro mientras hace tortillas para sus cuatro hijos —de entre 6 y 11 años—, quienes esperan el desayuno. “Estamos en lo oscuro, pero  queremos luz”, resaltó.

Añadió que su sueño es que haya energía eléctrica en la aldea, para comprarse un televisor.

Pequeños lujos

Gómez Gregorio contó que hay algunos vecinos que gracias a las remesas que reciben desde Estados Unidos han comprado paneles solares, y cobran Q3 por cargar la batería de  un teléfono celular y Q3 por dejarlos ver televisión.

  Explicó que el problema con la distancia a la que se encuentran y la falta de mantenimiento en los caminos es que tienen que vender sus productos agrícolas a mitad de precio a los intermediarios. Cuando en Barillas la libra de cardamomo está a Q5, aquí nos la pagan a Q2″, lamentó.

ESCRITO POR:

Mike Castillo

Periodista de Prensa Libre y Guatevisión con 11 años de experiencia desde Huehuetenango. 5 veces corresponsal del año en Prensa Libre. Primer lugar de periodismo regional en Quetzaltenango. Periodismo Comunitario, Desastres Naturales y Política. Diplomado en Periodismo de Investigación.