Agregaron que la unidad motorizada tiene combustible, ya que los uniformados compran el carburante que ingresa de contrabando.
Agentes añadieron que debido a la escasez de unidades, patrullan a pie en algunos sectores de la cabecera y que si ocurre una emergencia tardan unas dos horas para llegar al punto solicitado.
Abel Tobar, jefe de la Comisaría 43, solamente se limitó a decir que desconocía el problema.
Abel Palacios, residente, afirmó que teme que la inseguridad aumente. “Con este gobierno, en lugar de avanzar vamos para atrás”, aseguró.
Adriana Hernández, vecina, señaló: “Da pena que la institución pase por esta situación, mientras los funcionarios se malgastan los recursos”.