Vayron Herrera, delegado de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos (Copredeh), lamentó que estos negocios se salgan del control de las autoridades encargadas.
Refirió que en el Centro Histórico de Huehuetenango ocurren cosas “demasiado obvias” que las autoridades podrían controlar.
Agregó que se tienen identificadas algunas áreas rojas en donde hay mayor incidencia de este tipo de comercios.
Herrera señaló que algunos de estos están en la zona 1, por la 1a. avenida, en el lugar conocido como El Hoyo, la plaza central, la 1a. calle, a una cuadra del Palacio Municipal; la calle del Hipódromo, zona 8, y la terminal de buses, zona 5.
“Este tipo de negocios generan problemas sanitarios, pues se promueve la prostitución, alcoholismo, consumo de drogas, inseguridad, hechos de violencia y riñas que ponen en peligro a la población”, manifestó.
El funcionario añadió que casas particulares funcionan como prostíbulos y lugares donde hay trata de personas.
Indicó que se deben accionar para verificar que cada local tenga todos los documentos legales, pues solo de ese modo se regularizarán.
Quejas
Mariela López, vecina afectada, explicó que la descomposición social ha llegado al grado de que estudiantes que se ven obligados a pasar por estas áreas son tomados del brazo por las sexoservidoras para invitarlos a ingresar en los locales.
“Es indignante que los huehuetecos permitamos que ocurra este tipo de problemas y que nuestras autoridades no hagan nada para solucionarlos”, refirió López.
Señaló que con regularidad se puede observar que en las tiendas se distribuyen drogas, principalmente en los negocios ubicados a una cuadra de la plaza central.
López manifestó que la Policía sabe del problema y a veces hacen operativos, pero nunca encuentran nada, por lo que considera que hay complicidad.
Érick Villatoro, de la Procuraduría de los Derechos Humanos, aseguró que es evidente la falta de acción de las autoridades, pues autorizan este tipo de negocios que dañan a la población y que hay falta de interés de supervisión por parte de las entidades.
El alcalde de Huehuetenango, Augusto Gómez, aseguró que la comuna no ha autorizado ninguno de estos negocios y responsabilizó a funcionarios del Ministerio de Salud y Ambiente de no hacer las inspecciones necesarias para clausurar este tipo de lugares.
El jefe del Ayuntamiento considera que el problema es grave, pues si no se atiende puede llegar a ocurrir alguna tragedia.