Destacó que los principales problemas se originan por límites entre uno o varios municipios, donde no existe claridad de los linderos de cada pueblo, entre sociedad civil e Iglesia Católica, en Soloma; por religión en Santa Eulalia y por tenencia de tierras en Nentón.
Afirmó que los municipios del norte son los que reportan mayor cantidad de conflictos que han derivado incluso en enfrentamientos entre vecinos con saldo de personas heridas, lo que ha requerido un tratamiento especial, para no llegar a la violencia y que poco a poco la SAA ha trabajado.
Samayoa manifestó que en el departamento no existe certeza de la propiedad, lo cual se refleja en la doble o múltiple titulación que tiene una propiedad. “Nos hemos encontrado con casos de terrenos que tienen hasta cinco escrituras con diferente dueño. Esto causa controversia, y desde luego que surgen conflictos, porque todos alegan ser legítimos propietarios”, explicó.
Linderos
Indicó que esto genera disputas por derechos, falta de definición de linderos o mojones, ocupación e invasión, y limitaciones para acceder a la tierra, porque los poseedores reales de propiedad son pocos en un departamento tan grande como Huehuetenango.
Una forma de complicar aún más el tema es que las nuevas administraciones municipales llegan con total desconocimiento del límite de sus comunidades, y se esperaba que estas dieran la tierra a los vecinos de conformidad con el crecimiento poblacional. Sin embargo, no fue así, porque cada alcalde firmó sin que las propiedades fueran inscritas en el Segundo Registro General de la Propiedad.
Samayoa refirió que de manera histórica los traspasos han sido orales, como reza la tradición, pero esto tiene sus consecuencias porque algunos han vendido terrenos y los compradores han vuelto a vender, pero la certeza jurídica la sigue teniendo la municipalidad, porque nunca se hizo la desmembración de esos terrenos.
Según el gobernador departamental, Juan Solórzano, le preocupa la proliferación de la conflictividad porque hay muchos casos que se conocen que en cualquier momento pueden causar enfrentamientos entre vecinos, por su complejidad.
Dijo que la parte norte es donde se centra la mayoría de casos que tienen más de cien años, algunos de los cuales son tratados en forma individual. “Son 136 casos los que están registrados y son tratados porque una comunidad se pasó el límite de la otra”, expresó.
Nacimientos de agua
Huehuetenango, según Vyron Herrera, de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos, tiene además el problema derivado de la disputa por nacimientos de agua. Uno de los casos más recientes es el de la cabecera de Huehuetenango con vecinos de Cinco Arroyos, en Chiantla, donde estos últimos en varias ocasiones han roto las tuberías, por inconformidades.
Otro caso lo viven pobladores de Cuilco, de dos comunidades que incluso han tenido enfrentamientos por los derechos del agua, y a este problema se suman la desconfianza en el sistema de justicia y la Policía Nacional Civil, lo cual ha generado linchamientos, en especial en Santa Bárbara.