Debido al incidente, una turba de 300 pobladores aprehendió a Cano Jimenéz, lo obligaron a desnudarse, luego lo hicieron caminar por las calles y avenidas hasta llegar al parque central de Barillas, donde fue golpeado y finalmente lo colgaron en la baranda de la concha acústica.
Los vecinos no permitieron que la Policía interviniera en el hecho, solamente les dijeron que ellos harían justicia por su propia mano.
Vayron Herrera, de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos (Copredeh), informó que antes de que el linchamiento intentó mediar vía telefónica pero estos no accedieron al diálogo.
En el municipio de Santa Cruz Barillas, que se ubica a 415 km de la capital guatemalteca, se han perpetrado unas 15 muertes por linchamiento.