El accidente se originó cuando el piloto de un vehículo que transportaba cemento se detuvo repentinamente y el cabezal que jalaba el cisterna con aceite lo colisionó en la parte de atrás, y este fue chocado por otro camión, lo que generó el derrame de aceite.
Oswaldo Calderón, de la Fundación para el Ecodesarrollo y la Conservación, expresó: “El aceite de palma africana sin refinar es mucho más dañino que la grasa animal, debido a la alta concentración de grasa saturada que provoca la demanda excesiva de oxígeno y mata la vida acuática y marina, cambia su sabor y se vuelve ácida, a tal grado que no sirve ni siquiera para lavar trastos. Estudios revelan que a un río contaminado con este producto le lleva de 15 a 20 años regresar a su estado normal”.