Según la investigación, el niño murió por una golpiza que le propinó López Santiago. Se estableció que el menor también era víctima de abusos sexuales.
López Santiago llevó al niño al Hospital Nacional de Jalapa, pues tenía trauma craneoencefálico. En esa ocasión dijo que el menor se había caído de un resbaladero, versión que no creyeron los médicos, quienes además descubrieron que había señales de maltrato físico.
El infante fue trasladado al Hospital General San Juan de Dios, en la capital, donde murió por la gravedad de las lesiones.