El incidente ocurrió cuando a uno de los afectados se le ordenó que bajara a la cisterna de unos cuatro metros de profundidad para abrir las llaves de un tanque de diésel; sin embargo, este no salió, por lo que un segundo empleado ingresó al agujero, pero tampoco salió.
Ante la situación, una tercera persona entró en la cisterna y los tres quedaron atrapados al inhalar los gases tóxicos.
Socorristas encontraron inconscientes a los tres trabajadores, y tardaron unos 45 minutos en rescatarlos.
Los afectados fueron trasladados al Hospital Nacional de Jalapa, donde Sánchez murió.
Juan Antonio Del Valle, propietario del expendio de combustible, indicó que nunca había ocurrido algo similar, ya que, según él, los gases de dicho pozo no son tóxicos porque no almacenan gasolina sino diésel.
“Me imagino que al permanecer por varios meses cerrado el pozo se acumularon los gases”, manifestó Del Valle.
Socorristas indicaron que el no utilizar el equipo adecuado causó la intoxicación de los tres hombres, y recomendaron que en este tipo de expendios de combustible se tomen precauciones y se adquiera equipo especial para los trabajadores.