Los presos carecían de colchonetas debido a que, en amotinamientos ocurridos en marzo y octubre de este año, internos las habían quemado.
Reparan servicios
El alcalde Cordero expuso que tras reparar los desperfectos causados por el primer amotinamiento, los reos solicitaron las colchonetas.
El jefe edil calificó de “injusto” que las autoridades correspondientes ignoraran las condiciones en las que se encuentran los presos, que llevan varios años de esperar ayuda.
“Muchos estamos aquí por los errores que hemos cometido, pero eso no significa que vivamos en condiciones infrahumanas”, denunció el reo Noé Rodríguez.
Agregó: “No justificamos los dos motines, pero gran parte del descontento de la población reclusa es por las pésimas condiciones en que vivimos”.
Rodríguez indicó que a pesar de que viven hacinados en el penal, no piden lujos, sino solo quieren cumplir su condena en condiciones adecuadas.