A raíz de la publicación, Conalfa ofreció apoyo con material y equipo para facilitar el aprendizaje de los reclusos, como lo es el método conocido como Yo si puedo.
Durante tres meses los reclusos fueron alfabetizados por las tardes en la capilla de la prisión, y esta semana, en un acto especial, recibieron la certificación por parte de Conalfa.
Palma indicó que ahora este grupo continuará con la fase II, que equivale al primero y segundo y tercer grado de primaria.