“Gracias a Dios ya no hay ningún peligro, pues todo el combustible ya fue retirado, pero aún persiste el nerviosismo y el temor porque el helicóptero aún está en el techo”, dijo.
Ruano agregó que los únicos que llegaron fueron representantes de una aseguradora, que supuestamente se encargará de reparar los daños.
“Si no hay un acuerdo, no dejaremos que se lleven la nave, porque si no, ya no nos van a pagar”, expresó.
Al ser consultado sobre la petición de la familia Ruano, Castillo afirmó: “Ya nos comunicamos con la familia; somos gente responsable, y si el seguro no cubre los daños, yo mismo me hago responsable de cubrir todo lo que se perdió”.