Según vecinos, la fémina vendía tomate en el mercado de Santa Catarina Mita, y vivía sola.
Una conocida llegó a buscarla en la tarde para que la acompañara a ir a la iglesia, y le pareció extraño que la puerta de la vivienda esta entreabierta, y cuando ingreso encontró el cadáver de la mujer con la cara ensangrentada y la ropa completamente rota.