Pérez utilizó una pastilla de Photoxin (químico agrícola utilizado para eliminar gorgojos del maíz) la que disolvió en agua; luego, con una cuchara le dio a su bebé y después ingirió el resto del veneno.
La mujer salió de su casa al mediodía, y regresó a eso de las 15 horas. Según sus familiares, se veía mareada y la bebé tenía espuma en la boca y estaba completamente flácida. Primero llevaron a la menor al hospital nacional, mientras interrogaban a la madre.
La niña ingresó muerta, mientras que la madre murió a los pocos minutos.
Agentes de la Policía Nacional Civil que interrogaron a familiares dijeron que Pérez en varias ocasiones había amenazado con regalar, vender o matar a su hija, porque el padre de la menor no quiso casarse con ella.