TAMBIÉN LEA
Un ejemplo es el programa de Cámaras Trampa que impulsa la Fundación para la Conservación y el Ecodesarrollo (Fundaeco) en áreas del Parque Nacional Mirador Río Azul y el Biotopo Dos Lagunas, en San Andrés, al norte del departamento.
El objetivo de este proyecto, según Francisco Asturias, director de dicha organización en Petén, es conocer el comportamiento de las especies y crear una base de datos sobre la cantidad de ejemplares, pues con esos datos se pueden implementar estrategias que garanticen su conservación.
También lea: Aves migran de la capital por pérdida de su hábitat
Asturias asegura que esas zonas selváticas son ricas en cultura, flora y fauna, y muestra de ello es que las 30 cámaras que fueron instaladas en cien kilómetros lineales se documentaron entre 18 y 22 jaguares diferentes, un número alentador, según dice.
También lea: Liberan en su hábitat a animales rescatados en incendios e inundaciones
Agregó que una de las características de una selva en buenas condiciones -donde el alimento sea abundante para todos- es que en ella habiten jaguares, jabalís y tapires, algo que ocurre en las áreas que están bajo su resguardo, por lo que considera importante fortalecer el trabajo de conservación.
En esas áreas de Petén, los expertos han documentado por medio de las cámaras trampa ejemplares de las cinco especies de felinos nativas de Guatemala: tigrillo, ocelote, onza, puma y jaguar.
También lea: Turistas se asombran por jaguar que nadaba en el río Sarstún
Además, las selvas peteneras son el hogar de variedad de especies de aves y reptiles, cuya conservación también es vital. Además, muchas aves migratorias llegan cada año para reproducirse, pues las fuentes de alimentos son abundantes.
Turismo
Debido a que el turismo es importante para el país y para los vecinos de la zona, los conservacionistas implementas estrategias que garanticen el cuidado del medioambiente.
Una de esas estrategias consistió en la creación del puesto de control El Jabalí, entre el sitio arqueológico El Mirador y Carmelita, en San Andrés, donde se orienta a los viajeros sobre como no afectar el entorno natural; además, todos deben quedar registrados en él.
Contenido relacionado
Nace pollo con cuatro patas en Coatepeque
Salvan a oso hormiguero pigmeo que pretendían matar y quemar en aldea de Cobán