
La primera audiencia por el caso de la mortandad de peces y contaminación por la que fueron damnificados centenares de pobladores que subsistían de las riquezas del referido río, se efectuó en el Complejo Judicial de San Benito, Petén.
Integrantes del Centro de Acción Legal, Ambiental y Social de Guatemala (Calas), del Gran Consejo de Autoridades Ancestrales Mayas y de la Comisión por la Defensa de la Vida y la Naturaleza de Sayaxché asistieron a la audiencia, mientras que un grupo de vecinos que portaba pancartas afuera del referido juzgado exigía el cierre de la empresa para efectuar una investigación.
Desastre ecológico
Después de conocerse la mortandad de peces en el río La Pasión, en Sayaxché, Petén, las actividades de las comunidades aledañas no son las mismas, debido a que la incertidumbre se apoderó de los pobladores, ya que por precaución de las autoridades suspendieron la pesca y consumo de agua del citado afluente durante varios meses.
El nivel de alerta fue bajado de naranja a amarillo recientemente, y se autorizó la pesca y consumo de agua del río.
Líderes comunitarios dicen no tener palabras para describir lo que vivieron durante los meses que duró la emergencia, pues no podían utilizar el agua ni para la higiene personal.
Un monitoreo efectuado por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE), sobre las aguas del río La Pasión, determinó que son 16 comunidades y alrededor de 30 mil familias fueron afectadas, de las cuales ocho mil se abastecen de arroyos, riachuelos y pozos artesanales.