El empleado de presidios fue sorprendido por el subdirector del centro carcelario, Reginaldo Castañeda Matías cuando guardaba la hierba en las fundas de las tolvas de su equipo militar, donde se le incautaron dos bolsas conteniendo dos libras y media de mariguana.
La mariguana tenía como destino las celdas de los privados de libertad, y por la cual el empleado del sistema penitenciario iba a recibir un pago de Q2 mil 500 por parte de un preso.