Pero la familia del niño se percató del hecho hasta hoy, y estos le reclamaron al sujeto, quien intentó huir. Entonces los vecinos los persiguieron, lo coparon y luego lo entregaron a la Policía Nacional Civil.
A eso del mediodía los pobladores impidieron que fuera trasladado hacia la cárcel departamental de Santa Elena, Flores, y en horas de la tarde hicieron justicia por su propia mano.
Vapulearon al presunto agresor y le rociaron gasolina en el parque central de Sayaxché. La turba también arremetió contra varios agentes policiales y quebraron los vidrios de varios vehículos en el lugar.
A las 17 horas las autoridades de la Procuraduría de Derechos Humanos cruzaron el río junto a unos 20 antimotines para dialogar con los vecinos quienes entregaron al sujeto.
Bajo fuertes medidas de seguridad encaminaron a Hernández hacia el ferry que cruza el río La Pasión, y fue seguido por unas 500 personas.
Al momento que estaban cruzando, los pobladores empezaron a lanzar piedras contra los uniformados, y estos respondieron con más de 10 disparos de lacrimógenas.
Los agentes policiales agredidos fueron enviados al centro de salud de la Libertad.