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Encuentre donde reparar una llanta pinchada a cualquier hora de la noche

Una de las peores pesadillas es que se le pinche una llanta del vehículo durante la madrugada y no lleva repuesto. si esto le ocurre son varios los pinchazos que atienden las 24 horas en las zonas 11 y 13, y especialmente en la zona 12.

Pinchazo ubicado en la avenida Petapa 5-27 zona 12.(Foto Prensa Libre: José Patzán)

Pinchazo ubicado en la avenida Petapa 5-27 zona 12.(Foto Prensa Libre: José Patzán)

Uno de los pinchazos que trabajan las 24 horas se encuentra en la 14a. venida y 6a. calle de la zona 12, a pocas calles del hospital del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) de Pamplona. Durante el día permanece cerrado debido a que, según los trabajadores de otros negocios similares, los clientes llegan más durante la noche, especialmente los fines de semana.

“Aquí vienen jóvenes y adultos con las llantas pinchadas. En algunos casos las traen reventadas porque no se dieron cuenta y pasaron encima de alguna banqueta. En una ocasión vino un joven que traía un agujero de bala en la llanta y se la arreglamos”, refiere Marvin de León, trabajador de un pinchazo.

Más adelante, en la 6ª. avenida 4-70 de la esa misma zona, también se encuentra el negocio de Nery Rodas, quien a pesar de sus 63 años trabaja durante la madruga y es así como ha logrado vivir durante los últimos siete años.

Rodas refiere que fue enfermero en el IGSSl y en el hospital Militar. Cuando decidió jubilarse se dedicó de lleno a su negocio que antes tenía en la zona 1, pero debido a la construcción de una de las paradas del transmetro tuvo que buscar otro lugar.

“Antes había más clientes en la noche, los autobuseros y los cabezales. Ahora como ya tienen sus propios servicios solo vienen taxis y particulares. Nunca falta el bolito que viene a pedir dinero o que trata de robarse algo que esté afuera, pero de ahí todo es tranquilo”, refiere.

Sin malas experiencias

En la avenida Petapa 5-27 de la zona 12 también está el negocio de Élmer Giménez, 20. tiene seis años de laborar en ese lugar.

Giménez dice que a pesar de  trabajar durante la madrugada no ha tenido mayores problemas con clientes ebrios y no ha sido víctima de algún asalto.

“En ocasiones, ya de madrugada, por el mismo cansancio he cometido errores y se me ha caído alguna herramienta de las manos, pero hasta ahí, no pasa a más”, reconoció Giménez.

Sus clientes son los pilotos de cabezales y taxistas. Muchos de vehículos particulares han llegado recomendados por ellos o son trasladados en grúas de empresas de seguros.

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