“Evaluamos el área y determinamos los riesgos y daños causados a los inmuebles. Definitivamente es importante evacuar a las familias, pero estas no quieren salir de sus viviendas para no perder sus pocas pertenencias”, manifestó Urízar.
Añadió que las dos casas están en riesgo de quedar soterradas, ya que podría haber otro deslizamiento debido a las grietas de unos de cien metros de longitud y al agua que baja del cerro.
“Sugerimos a la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres que aliste un albergue para trasladar a las familias, antes de que ocurra una tragedia”, indicó Urízar.
Pedro Sajbín, uno de los afectados, comentó que escucharon un fuerte estruendo, pero creyeron que se trataba de piedras que arrastraba el río Paxé.
Agregó que no tienen donde refugiarse, y pidió ayuda para superar la emergencia.