Julio César García Martínez, propietario de la finca, califica el lugar como un paraíso, y asegura que es ideal para ser visitado por arqueólogos y turistas.
“Los vestigios de las construcciones mayas son lo mejor en arquitectura que se conserva en Quiché”, asegura García, quien sostiene que en el lugar hay montículos sagrados ubicados en los cuatro puntos cardinales, y que se conservan a pesar del paso de los años.
Además de un campo de pelota maya, restos de un templo y otro tipo de vestigios de un asentamiento, los visitantes que gustan de apreciar animales podrán encontrar tepezcuintles, armadillos, pizotes, mapaches, leoncillos, camaleones, cotuzas y monos saraguate, entre otras especies.
Los propietarios del sitio natural indican que hay empleados encargados de acompañar a los visitantes por los distintos senderos, así como de dar mantenimiento y protección a la finca.